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aves marinas

One Animal at a Time

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Aves marinas

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Las aves marinas se agrupan en diversos organismos de familias que comparten el mismo mar y litoral. Más del 90% de su vida transcurre en el medio marino aunque estén vinculadas a la tierra para reproducirse. Entre sus adaptaciones para sobrevivir en el medio acuático están su dieta basada en peces, invertebrados y plancton, y su cuerpo adecuado para el buceo gracias a sus plumas hidrófobas, su fisionomía y su capacidad de apnea. 
Son el grupo de aves más amenazado. El 28% de las 346 especies de aves marinas del planeta se encuentran en peligro, según la UICN, a causa de la contaminación, la pesca accidental y la construcción de infraestructuras en el mar y el litoral. 

Plasticosis

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Plasticosis: una nueva enfermedad causada por el plástico que está afectando a las aves marinas. La mitad de todos los plásticos se han fabricado en los últimos 15 años. Se producen unos 460 millones de toneladas de plástico al año. Solo se recicla alrededor del 9%. Cada año, unos 8 millones de toneladas de residuos plásticos llegan al océano desde países costeros, equivale a colocar unas 15 bolsas llenas de basura por cada metro de costa en todo el mundo.  


Hay al menos 150 millones de toneladas de plástico en los océanos. 
El plástico mata a millones de animales cada año: aves, peces y otros organismos marinos. Se tiene constancia de que el plástico ha afectado a 700 especies, entre ellas especies en peligro de extinción. Casi todas las especies de aves marinas consumen plásticos. 


Recientemente, se han analizado los efectos de la ingesta de microplásticos en la salud de ejemplares silvestres de pardela paticlara o pardela negruzca en un nuevo estudio liderado por expertos de Australia y Reino Unido. Muestra los daños de los plásticos vertidos por los humanos en esta especie de ave, Ardenna carneipes. 


La plasticosis es una fibrosis producida al formarse cantidades excesivas de cicatrices en el estómago a causa de inflamaciones repetidas que impiden la curación normal de las heridas, como resultado de la presencia de partículas de plásticos. Algunos estudios han descubierto que hasta el 90% de las aves jóvenes contienen algo de plástico que les dieron sus padres. En casos extremos, los polluelos pueden morir de hambre porque se les llena el estómago de plástico y no pueden digerir el alimento que necesitan.

 
La plasticosis puede también influir en cómo el plástico afecta al crecimiento de las jóvenes pardelas. El estudio descubrió que la longitud del ala estaba relacionada con la cantidad de plástico en su cuerpo. Mientras que el número de trozos de plástico se asociaba con el peso total del ave. 


Los plásticos alteran el delicado equilibrio del océano y dañan a la vida que habita en él. Se han encontrado plásticos en zonas donde los humanos nunca han estado. El 70% de los residuos se encuentra en el fondo de los océanos y nuestro compromiso es crear una cadena de conciencia alrededor de esta emergencia y hacer todo lo posible por avanzar hacia un océano más limpio donde los animales marinos estén a salvo al igual que nosotros.

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Beaches Without Butts

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Una de las primeras veces que limpié la playa, me asombró la enorme cantidad de colillas que descubría entre la arena y que iban llegando a la orilla del mar. En menos de diez minutos pude recoger más de 100 colillas, que contienen plástico que jamás se biodegra y contamina el agua, los suelos y los ecosistemas naturales. Tienen acetosa de celulosa, en esencia una forma de plástico, que resulta muy dañina para el planeta. Los filtros tardan en descomponerse y, cuando lo hacen, liberan las sustancias contaminantes que han absorbido del humo. 


Una solo colilla puede contaminar hasta 500 litros de agua, son altamente tóxicas. 5 billones de ellas se tiran al entorno cada año y ya hay alrededor de 72 mil millones de colillas de cigarrillos en la naturaleza. 
Colillas cubriendo las aceras, la arena de las playas, flotando en el agua de los ríos o entre los árboles de la montaña, tirar al suelo es tirar al mar. 
Contaminan tanto como los plásticos y su presencia está incluso por encima de envoltorios, bolsas y botellas de plástico, según un informe de Ocean Conservancy. 


Dos tercios de todas las colillas producidas a escala global terminan en el océano. Un estudio ha demostrado que una sola colilla de cigarrillo era lo suficientemente tóxica como para matar a la mitad de los peces pequeños presentes en un litro de agua, en solo 96 horas. Son ingeridas por los peces por error, las cuales les cra una falsa sensación de saciedad, desnutrición y bloquea su sistema digestivo.

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Safe Swabs

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La imagen de un caballito de mar aferrándose a un bastoncillo, como si fuese un alga u otro detrito natural al que se aferrase para luchar contra las corrientes, me impactó. 

Se recogen más de 320 mil kg de bastoncillos en las playas europeas cada año. Y no se descomponen pasados 300 años contaminando los océanos y siendo un peligro para la fauna marina que habita en ellos desde caballitos de mar a aves marinas.

 

Los albatros acaban comiendo plástico porque pescan rozando con sus picos la superficie del mar ingieren fragmentos de plástico sin darse cuenta.

En las islas habitan petreles y pardelas que buscan alimento en grandes zonas de mar abierto, en cuyos estómagos también se han encontrado desechos plásticos.

Además de bastoncillos, en su interior se han descubierto bolsas de plástico, tapas de botellas, fibras sintéticas de ropa y microplásticos. Los fragmentos de plástico con bordes afilados matan a las aves al perforar sus órganos internos. Un estudio reciente ha revelado que las poblaciones de aves marinas habían disminuido un 67% entre 1950 y 2010. 

Según Marine Conservation Society, los bastoncillos para los oídos suponen el 60% de la basura de origen humano que se libera a las aguas residuales. Muchas personas los tiran al inodoro después de utilizarlos, pasan por los filtros de las depuradoras al ser tan pequeños y acaban depositándose en el fondo marino ocasionando graves problemas a la vida que habita este ecosistema. Son denominados por múltiples entidades dedicadas a la conservación de los fondos marinos 'asesinos del mar'.

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Rings Off Seabirds

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Las anillas de plástico que encontramos en las latas representan solo una parte muy reducida de toda la basura plástica que contamina de manera alarmante los mares y amenaza a los animales marinos. En cambio, cada acción que realicemos para tener un impacto positivo sobre el planeta y por una menor huella plástica es profundamente significativa.

Un océano sano y libre de plástico es esencial para nuestro planeta.

El 40% de las millones de toneladas de plástico que acaban en el océano cada año son plásticos de un solo uso como bolsas, botellas o anillas.

 

Más de 700 especies quedan atrapadas en desechos plásticos como las anillas antes de que se degraden o consumen partículas de plástico microscópicas que se acumulan en su aparato digestivo y pueden provocarles la muerte. Estos microplásticos son como una "sopa de plástico" que se compone de entre 15 y 50 billones de fragmentos en el océano según diversas estudios realizados por científicos. 

Lo mejor que podemos hacer para evitar las terribles consecuencias que conllevan las anillas de plástico es confiar en aquellas marcas comprometidas con la sostenibilidad y ciertos parámetros que les hagan prescindir de estas o comprar esa misma bebida en un formato menos contaminante como en botellas de vidrio que puedan ser reutilizadas.

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