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El estrés hÃdrico comienza una vez la demanda de agua es mayor a la que se disponer en un periodo de tiempo determinado o cuando su consumo se ve limitado por su baja viabilidad. Más de 1000 millones de personas se ven afectadas por el estrés hÃdrico, según la ONU, 1 de cada 6 personas en el mundo no tiene acceso a agua potable o esta se encuentra en mal estado.
Una de las causas del estrés hÃdrico es el crecimiento demográfico.
La población mundial ha aumentado y lo sigue haciendo rápidamente, lo que afecta mucho a su acceso de todas las personas. Cada año este número aumenta hasta llegar a 80 millones de personas al año, lo que se traduce en más de 64 mil millones de litros cada año. Esta situación no va a mejorar precisamente, se estima que para dentro de nueve años, el 47% de la población mundial sufrirá estrés hÃdrico.
Además, en los siguientes años el número de personas afectadas por el estrés hÃdrico a causa del cambio climático se duplicará.
El calentamiento global hace desaparecer múltiples rÃos y lagos de los que dependen regiones enteras para obtener el agua. Si el calentamiento global continúa, los glaciares desaparecerán y esto desencadenará diversas catástrofes naturales. La escasez de agua afectarÃa incluso con más fuerza y la temperatura, el clima y los ecosistemas se verÃan alterados. Todo esto se suma a la contaminación derivada de la actividad humana y a los fenómenos naturales ya de por sà existentes en ciertas regiones.
Según World Resources Institute, los paÃses más afectados por el estrés hÃdrico son: Qatar, Israel, LÃbano, Irán, Jordania, Libia, Kuwait, Botswana, Arabia Saudà e India entre otros. Aunque se trata de un problema ambiental presente a nivel global. Solucionar este gran problema requiere de la combinación y cooperación entre distintas estrategias, pero lo más importante es que estas acciones se lleven a cabo ahora, el estrés hÃdrico es uno de los mayores obstáculos para millones de personas en el mundo, tomar medidas es extremadamente urgente.
Desarrollar y aumentar la oferta de agua mediante nuevas inversiones en tecnologÃas e infraestructuras para el acceso a agua potable.
Llevar a cabo la sensibilización de la población para gestionar de manera sostenible y eficiente el agua disponible.
Fomentar el despilfarro o el uso irresponsable del agua, inculcando en las comunidades la importancia del ahorro de los recursos hÃdricos.
Reducir la demanda y su distribución en las diferentes industrias gracias a la reutilización de agua limpiando el agua contaminada e implementando sistemas de captación pluvial, por ejemplo.
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